Se sabe que las primeras tarjetas de crédito surgieron a principios del siglo XX. Eran emitidas por almacenes grandes y gasolineras. Hubo varios intentos de hacerlas más fáciles de usar fuera de los establecimientos que las emitían. Hasta que finalmente en 1958 se crearon VISA (BankAmericard) y MasterCard (Interbank Card Association).
Estas son redes globales que no son ni financieras ni bancos, más bien, son empresas de tecnología de pago que operan alrededor de todo el mundo. Las tarjetas de crédito surgieron para cubrir una necesidad de fluidez de efectivo. Es decir, es una forma de financiamiento, en donde el banco otorga un crédito que le usuario se compromete a pagar después.
Para el usuario de la tarjeta significo disposición de dinero que en ese momento no tenía. Y para el banco significo ganancias al cobrar ese “préstamo” con intereses comisiones y gastos. Esto quiere decir que el dinero en la tarjeta de crédito NO pertenece a la persona que posee la tarjeta, es un préstamo que tiene que pagar. Esa es la diferencia básica con las tarjetas de débito.